miércoles, 31 de octubre de 2012

Mi Río Atoyac


Dr. Ricardo González Padilla 

Me acuerdo bien que era el por 1958, tendría como 9 años de edad mis amigos de la colonia allá por la 37 poniente y la 3 sur habíamos formado una pequeña pandilla, seriamos como 8 o 9 pillos, traviesos y juguetones, teníamos alrededor de un mes planeando nuestro viaje iríamos todos juntos hasta el Rió Atoyac, quedaba como a 2 kilómetros de mi casa, mis cuates eran el Benja, mi hermano mayor, el patotas Gerardo amos de la pandilla, ellos los mayores de 13, el Chob hijo de un señor que vendía llantas, por la 2 poniente, Armando el Spiro cuñado de todos, hijo del famoso lic. Porras, el Escarto hijo de un refugiado de la guerra civil de España, el Sr. Escartin, el Morris y su hermano el chirris, que vivían por el Rancho del Mirador, donde compraba mucha gente leche bronca, el Rulotas y mi otro hermano Rubén, ya difunto el Pichulonguis, le decíamos así porque era muy llorón y además delgado y alto, además no se me puede olvidar al gordito simpático que siempre hay en toda pandilla el Memo, hoy afamado criminólogo y medico legista, y el mas pequeño de todos el Negro José, hermano de Miguel el Escarto hoy rico hombre de negocios.


Bueno la fecha seria en las vacaciones de verano en mayo, el calendario escolar era diferente al de ahora, nosotros teníamos vacaciones por dos meses, nuestra aventura se iniciara en la bajada del Molino de Huexotitla propiedad de la familia Benítez quienes eran muy adinerados y dueños de todo el sur Las Palmas, Gabriel Pastor y Prados Agua Azul colonias que en ese entonces no existían, acordamos lo siguiente:

Caminaremos hasta llegar a un puente que era el único paso para llegar al pueblo de San Baltazar, puente cuya estructura era toda de acero, también el piso de vigas de madera y de acero muy angosto por cierto y de forma semicircular y que atravesaba el rió de San Francisco, afluente del rió Atoyac, los camiones foráneos y la gente que iba para el pueblo era su único paso, los pocos autos y otros vehículos lo hacían estremecer cuando pasaban por el, desde arriba se miraba el cauce del río, a mis amigos y a mi nos daba mucho miedo pero nadie se rajaba y corriendo lo atravesamos muchas veces, no sin antes percibir un olor fétido de su agua turbia y que a uno o dos kilómetros se anexa al Atoyac. El plan ya estaba hecho pasaríamos el puente antes mencionado y nos iríamos por atrás del molino siguiendo la ribera norte hasta llegar hasta el Rancho de Agua Azul por el camino a Azumiatla, todo lo teníamos planeado, la comida tortas de huevo y de frijoles, mucha fruta, agua en unos garrafones de plástico porque aun no existía el pet y en dos cantimploras de aluminio propiedad del Patotas que era Boy Scout, no existían las bolsas de plástico, solo de papel estraza llenas de fruta, peras, manzanas y plátanos, dulces Larin de leche, de anís, y colorados, en esa época no se contaminaba tanto como hoy el planeta y el estomago de las personas, de refresco llevaríamos solo unas coca cola de vidrio y varias del famoso refresco Pato Pascual, marca que ya no existe, de armas una pistola de municiones, y un rifle, tres resorteras y una brújula, gorras, cerillos, binoculares, sombreros de palma, dos mochilas de excursionista y tenis de tela de manta de la marca Estrella, los mas grandes sus botas de tipo militar que les pedían ya en la secundaria

Por fin el 20 de mayo se inicio la loca aventura, para todos nosotros creo que dejo una huella imborrable en nuestra memoria, la noche anterior no pude dormir, pensando que animales se nos aparecerían en el camino y que peligros nos esperaban, además todos habíamos dicho en nuestras casa que iríamos a San Baltazar como siempre lo hacíamos, a jugar con unos niños del pueblo un partido de Beis, nuestros campos preferidos, donde pastaban vacas, borregos y chivos; campos que rodeaban a los campos de Fut, del Colegio Benavente Lasalle, hoy es Plaza Dorada, ya el río esta entubado y se le conoce como Boulevard 5 de Mayo, todos estábamos de acuerdo de no decir que iríamos hasta el Atoyac, pero ese día fue maravilloso, cantando y riendo felices porque al meternos por la ribera vimos muchos árboles gigantes, unos ahuehuetes, otros pirules, pinos, sauces y gran cantidad de carrizos, el agua del rió a nuestro lado era mas cristalina, pero se iba haciendo mas espesa la vegetación, vimos unos pájaros de colores, unos rojos cardenales y otro como garzas blancas, cuijes, lagartijas, el Patotas encontró una víbora de agua, mis amigos decían no se separen porque si alguno se cae llega hasta Valsequillo, que creen que vimos muchos zopilotes que se estaban comiendo una comadreja o rata grande, se espantaron cuando nos vieron salir de la selva eso era para nosotros, ahora ni zopilotes hay, todo esta tan cambiado, lastima que en esa época no tuvimos o existían los celulares con cámara que padres fotos serian, ya como a las 12 llegamos a una represa, allá por donde esta una pizzería que nos lleva a una Plaza la Cristal, ahí hay un puente y de el solo queda la barda norte y hasta ahí esta entubado el río San Francisco los habitantes de Prados Agua Azul y los de Villa Encantada le piden a las autoridades que ya lo entuben los olores fétidos ya no se soportan, bueno recuerdo que atravesamos por encima de esa represa todos en fila india que valientes o imprudentes fuimos, todavía nos faltaba un largo trecho pero llegamos por la otra ribera la sur hasta lo que hoy es el puente que nos lleva a la bella zona de Angelopolis, estaba construido de piedra de cantera, la mayoría de todos estos campos estaban sembrados de maíz y zonas de trigo, que llenaban los Cilos del Molino de Huexotitla, todavía existen a la orilla de la casa de los Benitez, también vimos carretas cargadas de mazorcas, muchos cuervos o urracas, hasta que llegamos a una Hacienda que hoy esta abandonada y que se llama de Mayorazgo, en la actualidad esta avenida se llama Orión y la calle Prolongación de la 11 Sur, que bonita hacienda, nos corrieron y regresamos por el camino Real que va a Atlixco, antes se iba por este camino pasando por el pueblo de Azumiatla, todo esto esta 60 anos después muy diferente y urbanizado, pero volviendo a la historia de mi pandilla como a las 2 P.M. recuerdo que dijo el jefe Benja que seria mejor regresar porque nos comimos todas las tortas, el agua se nos acabo, los dulces y la fruta volaron y como teníamos hambre emprendimos el camino de regreso no sin antes toparnos con un capataz, quien en un viejo carro Nash era Don Aquilino que muchas veces nos corría de estos terrenos el cuñado de Don Enrique Benítez quien nos corrió de esos terrenos, no sin antes quitarnos los elotes que les íbamos a llevar a nuestras jefas, bueno, eran robados, tenía razón el viejito.

¿Que tal les pareció esta historia? Ahora que fue rescatado el parque Fantástico que colinda con mi Río Atoyac y que el Gobernador Rafael Moreno Valle realiza obras de embellecimiento y saneamiento del río Atoyac y en los Fuertes de Loreto y Guadalupe y en toda la ciudad, los invito a que visiten el parque Metropolitano, hace dos semanas lo recorrí y así recordé mi hermosa infancia en la que siempre llevaré en mi mente lo bello que era mi río y lo que será si se construyen plantas purificadoras de agua y se evita tirar basura y deshechos industriales a su cauce, dios permita que nuestro río Atoyac sea mas hermoso y limpio, como queremos todos los que habitamos esta ciudad al igual que los muchachos universitarios que 2011 hicieron un desafiante recorrido por el río, canoerosdelatoyac.@com. Les pido que no dejen de recorrer y visitar las nuevas obras que se están haciendo en toda mi Puebla Mágica. Gracias. richi_9@hotmail.com.