Miguel Hipólito Hernández Campos
Diseñado y construido bajo la
dirección de Manuel Tolsá, Arquitecto y escultor español (1757-1816) y
concluido en 1818 por José Muzo y Jaramillo, arquitecto nacido en Puebla
(1789-1860).
En México los baldaquinos se
conocen popularmente bajo la denominación de “Ciprés” término muy expresivo y
que señala formas estilizadas que adopta, muy semejantes a la del Ciprés.
Su construcción inició en 1797 y
se concluyó en 1818. Bajo la simple observación se advierte que se compone en
forma integral de dos puntos separables coronados por sendos domos: el tabernáculo
interior y el baldaquino circundante.
El tabernáculo interior se encuentra
coronado por la figura en bronce dorado de la inmaculada concepción. La que se
encuentra rodeada de cuatro ángeles emergiendo de nubes. Uno de ellos sujeta una
estrella motivo que identifica a los personajes de santidad; otro, presenta
ramos del palma en sus manos, símbolo clásico de la victoria y el triunfo; un
tercero sostiene una rosa abierta en su mano derecha símbolo de la pureza; y el
cuarto lleva un espejo atributo de Maria reminisente del dogma de la “Lux
Nova”.
Esta escultura posa sobre el mundo
que es envuelto por una serpiente y debajo de esta se encuentra el tabernáculo
asentado en una peana con cuatro pilastras que recu??? En modillones y cornisa.
En sus ángulos aparecen cuatro esculturas de bronce de angelitos. En sus cuatro
lados tiene puertecillas de bronce encerrados en unos marcos de medio punto que
muestran interesantes relieves que representan: 1.- A San Juan
Evangelista, envuelto en su túnica sobre una nube mirando hacia el
sol con un águila hacia su costado, sujetando un libro que representa el
Evangelio; 2.- A san Lucas
en actitud de sostener el Evangelio. Un buey predomina en la escena,
3.- a San Marcos Evangelista representado como un hombre barbado, con su
respetivo libro en las manos y una pluma en la otra. Un león a su costado; y
4.- A san Mateo Evangelista que escucha a un ángel que le susurra al oído y
sujeta un libro.
Estas escenas se complementan con
querubines, nubes y rayos. Tales relieves son obra de José Salomón. Y las
puertecilllas se abren mediante un mecanismo que ingenió el relojero Mariano
Vargas.
El baldaquino circundante esta
coronado por una estatua de San Pedro
Hecha de estuco, que posa sobre un domo
en cuya base hay cuatro frontones menores coronando ventanas abovedadas en la
parte superior de los frontones menores hay grupos de pequeños ángeles. A nivel
inferior y sobre frontones quebrados se encuentran - flanqueado los lados- estatuas de Ángeles
adolescentes con sus alas desplegadas y túnicas flotantes. También realizados
en estuco. En los vacíos de esos frontones quebrados se llena el espacio con grandes resplandores con el monograma de
María enmarcado en un escudo central.
En el segundo nivel del ciprés 16
columnas en pares sostienen 12 cornisas en forma de anillo, distribuidas en
cuatro frentes. Entre las columnas están los cuatro doctores de la Iglesia,
elaborados en estuco por José Patiño Ixcolinque. San Jerónimo se muestra como
un anciano con una trompeta y su libro. San Agustín, vestido con el hábito de
su orden y leyendo uno de sus escritos, sostiene una cruz y la mitra del
obispo. San Ambrosio luce túnica episcopal como obispo de Milán, con su
correspondiente libro, cruz y mitra. Y san Gregorio exhibe su tiara papal y un
báculo de obispo con doble cruz en su mano izquierda sujeta un libro.
Cada una de estas esculturas mide
2.50 metros de altura. El baldaquino tiene una base circular, pero su planta es
un octágono.
El primer cuerpo tiene adosados
cuatro altares dirigidos a los puntos cardinales. El mayor de estos da hacia el
poniente en donde esta el coro y es el único que realmente tiene sagrario; los
otros tres solo simbólicamente tiene una puertecilla de bronce con un relieve
alusivo a la Eucaristía.
Debajo de cada uno de los
mencionados doctores de la iglesia en la base, se encuentran las puertas de
acceso al panteón de los obispos, las que se abren solamente una vez al año, el
2 de noviembre para que la gente visite la cripta.
Si desea admirar en vivo esta imponente obra, acuda a
nuestra catedral y observe detenidamente cada uno de los detalles descritos y
se dará cuenta de la magnitud y grandeza de este monumento.
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